¡Tomar el Sol: cuidado!
Las exposiciones frecuentes y prolongadas al sol en la playa, en el campo o en las piscinas, pueden ser la causa de que nuestra piel sufra daños a corto, medio y/o largo plazo.
Sus consecuencias pueden ir desde irritaciones, eritemas, etc. hasta quemaduras de diversa intensidad y el temido cáncer de piel.
Recuerde:
- Tomar el sol con moderación, de manera progresiva, y hágalo siempre paseando, evitando las horas centrales del día.
- Evitar las exposiciones prolongadas al sol y utilizar siempre algún tipo de protector solar adecuado a su piel. Se recomienda aplicar crema protectora solar media hora antes de exponerse al sol y reaplicarla cada 2 horas, siempre según el tiempo de exposición.
- Limitar la exposición solar en menores de 3 años y procurar que beban agua con regularidad.
- El agua, la arena y la nieve reflejan los rayos solares aumentando sus efectos sobre la piel. Cuando se asciende en la montaña, el riesgo de quemaduras solares es mayor.
- Alternar los ratos de sol y los de sombra y refrescarse con agua frecuentemente.
- Beber agua a menudo para prevenir la deshidratación.
- Las gafas con protección solar previenen la formación de enfermedades oculares
- Usar ropa ligera, de algodón y proteger la cabeza con gorra o sombrero ayuda a conseguir una fotoprotección segura y eficaz.
¿Qué puede hacer si a pesar de estos consejos su piel se ha quemado?
Refresque con compresas de agua fría las zonas quemadas.Beba agua o líquidos en abundancia (que no sean bebidas alcohólicas).Acuda al centro de salud si la zona quemada es muy extensa. La gravedad de la quemadura depende de la extensión de piel a la que afecte.
Extraído:
Junta de Andalucía