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domingo, 3 de marzo de 2013

LAS CLAVES PARA EVITAR QUE TU HIJO SEA OBESO


Desayunar siempre, cambiar el ordenador por una actividad deportiva y el bollo de la merienda por una fruta son algunas de las pautas a seguir para prevenir el sobrepeso en la infancia.


El sobrepeso afecta especialmente a los que no desayunan, comen en casa y llevan una vida sedentaria


La expresión «el gordito de la clase» va camino de extinguirse porque ya no se trata de casos puntuales. La obesidad afecta hoy en día a casi la mitad de los niños españoles. El sedentarismo y la alimentación inadecuada son los principales culpables. Pero el problema va más allá de la cuestión estética. «Estamos viendo que algunas patologías, propias de gente mayor, como la hipertensión la diabetes tipo 2 o el colesterol aparecen en niños por culpa del exceso de kilos», advierte la doctora Empar Lurbe, miembro de la junta directiva de la Sociedad Española de Estudio de la Obesidad (SEEDO).
Aprender hábitos saludables es básico. La bollería, los refrescos, los dulces, las patatas fritas y las chucherías, en definitiva, todas esas cosas por las que los niños se pirran, pero que tienen muchísimas grasas, sales y azúcares, deben restringirse. No están prohibidos, aunque su consumo tendría que ser ocasional.
Por contra, las frutas, verduras, hortalizas, productos lácteos, pan, aceite de oliva, cereales y agua son la base de una dieta equilibrada y tienen que tomarse a diario. Los pescados blancos y azules, las legumbres, los huevos, carnes, embutidos y frutos secos deben ingerirse varias veces a la semana, pero no todos los días. «Los niños tienen que aprender a comer y a cuidarse como aprender a leer y escribir», asegura la doctora Lurbe.
Otro de los errores que cometen muchos padres es dejar que sus hijos se vayan al colegio sin desayunar. «Los pequeños tienen que hacer cinco comidas al día y el desayuno es fundamental», recalca la experta, que recomienda hacerlo sin prisa y en familia.
Lo ideal es que los pequeños hagan cinco comidas al día y que para el tentempié de media mañana y la merienda se opte por una pieza de fruta.
Aparcar la televisión, el ordenador y los videojuegos y apostar por el ejercicio es el otro pilar fundamental para evitar la obesidad infantil. Ir andando al colegio, dar un paseo diario o subir escaleras, son pequeños gestos que contribuyen a mantener a raya el peso. Pero, además, la doctora Lurbe recomienda que varias veces a la semana los niños realicen una actividad física más intensa: gimnasia, natación, atletismo, deportes de equipo, etc.
Artículo extraído de ABC.es

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