Las necesidades nutricionales de niños y adolescentes con diabetes tipo 1 son iguales a las del resto de sus compañeros y familiares. Por tanto, no se aconsejará seguir una pauta de alimentación especial, exclusiva o diferente de la del resto de niños o adolescentes. Para conseguirlo, es básico entender que en el tratamiento dietético de la diabetes tipo 1 el objetivo será, siempre que sea posible, adaptar la insulina a la alimentación y no la alimentación a la pauta de insulina utilizada. De esta forma se podrá conseguir una alimentación variada, equilibrada y adaptada a las necesidades de cada niño.
Una alimentación equilibrada es aquella que aporta todos los nutrientes necesarios para el correcto desarrollo y mantenimiento de cada individuo. En ocasiones, se tiende a simplificar la alimentación de los niños con diabetes, dando una atención exclusiva a los hidratos de carbono, olvidando el resto de nutrientes. A pesar de reconocer la importancia de los hidratos de carbono en la diabetes, es preciso tener en cuenta el resto de nutrientes, claves en la alimentación de todos los niños, y también de aquellos con diabetes.1. Las necesidades nutricionales de niños y adolescentes con diabetes son iguales a la del resto de sus compañeros, por lo que no se aconsejará seguir planes de alimentación diferentes o especiales.
2. Una alimentación saludable y adaptada para estas edades debe ser rica en hidratos de carbono, moderada en proteínas y relativamente baja en grasas, especialmente de saturadas, las que provienen de alimentos grasos de origen animal.
3. Es fundamental conocer cuales son aquellos alimentos que contienen hidratos de carbono.
4. El etiquetado de los alimentos ayuda a conocer la composición de los alimentos y así, poder incluirlos en la alimentación habitual sin ocasionar alteraciones glucémicas. Atención al etiquetado de aquellos alimentos que contienen edulcorantes, pues se debe valorar siempre la cantidad total de hidratos de carbono del alimento y no solamente la presencia o ausencia
de azúcares.
5. En ocasiones, las alegaciones nutricionales como “sin azúcar” o “bajo contenido en azúcares” pueden crear confusión, pues ello no garantiza que aunque el alimento no contenga azúcares pueda tener otros hidratos de carbono como, por ejemplo, almidón en una galleta.
6. El sistema de raciones de hidratos de carbono es una herramienta básica para contabilizar con precisión los hidratos de carbono de la alimentación y así poder confeccionar menús equivalentes en hidratos de carbono.
7. Utilizando el sistema de raciones de hidratos de carbono se pueden adoptar dos estrategias: utilizar las mismas dosis de insulina realizando menús diferentes pero que contengan siempre la misma cantidad de hidratos de carbono o bien variar las dosis de insulina rápida en función de los hidratos de carbono que se toman en cada comida.
8. Los menús escolares deben ser trabajados conjuntamente entre los padres o tutores, personal escolar y el propio niño para conseguir adaptar la estrategias descritas en el punto anterior.
9. Los padres o cuidadores no deben descuidar el control del peso corporal y la práctica de ejercicio físico habitual como medidas asociadas para la mejora y mantenimiento de la salud general.
10. La alimentación es una parte fundamental en el tratamiento de la diabetes. No obstante, en ocasiones es causa de dificultades y conflictos, parte de los cuales pueden resolverse con un mayor conocimiento de la composición de los alimentos y de su relación con la insulina.
Se debe animar a padres, cuidadores y niños a implicarse en el conocimiento de la diabetes para así hacer más “dulce” su tratamiento.
Fuente: "La alimentación de tus niños con diabetes"
publicada por la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición en Madrid, 2005.
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