domingo, 28 de abril de 2013

FALSAS CREENCIAS SOBRE LA DIABETES


DECÁLOGO de errores frecuentes en la DIABETES

1.- Yo no puedo tener diabetes, ya que nunca como dulces
El origen de la diabetes no está en la ingestión excesiva de dulces, sino en un mal funcionamiento del páncreas, que produce menos insulina, o en una falta de efecto de esta insulina.

2.- Diabético es el que se pone insulina, yo sólo tengo «un poco de azúcar»
Una persona es diabética cuando sus valores de glucosa son superiores a  126 mg/dl (o 7 mmol/l) en dos análisis consecutivos o cuando, en una  curva de glucosa, ésta es superior a 200 mg/dl (o 11 mmol/l) después de dos horas. De hecho, la mayoría de diabéticos se controlan con dieta y fármacos orales, y no necesitan tratamiento con insulina.


3.- Yo tengo la diabetes de tipo 2, «que es buena»; «la mala» es la de tipo 1
Los dos tipos de diabetes son «malos», porque pueden dar complicaciones cuando no se controla la enfermedad adecuadamente. estos dos tipos de diabetes se diferencian en lo siguiente:
• Tipo 1: no se produce insulina, suele presentarse en gente joven y debe tratarse siempre con insulina.
• Tipo 2: se produce insulina pero no ejerce correctamente su efecto; se presenta en mayores de 40 años y, habitualmente, de entrada no se trata con insulina.


4.- La insulina me puede dejar ciego
La insulina no es tóxica para el organismo. Sin embargo, la diabetes mal controlada produce diversas complicaciones, que pueden afectar también a la retina (retinopatía diabética) y causar ceguera.
En ocasiones, para cuando se inicia el tratamiento con insulina, ya es demasiado tarde y la retina está dañada.


5.- No puedo comer pan, pasta, arroz ni patatas 
Toda persona con diabetes debe realizar una dieta variada y equilibrada. Únicamente se desaconsejan los azúcares de absorción rápida (bollería, azúcar de mesa…). El resto de hidratos (pan, arroz, pasta, patata, legumbres…) no están prohibidos, sino que constituyen parte importante de la comida. Su médico le recomendará la cantidad y distribución de estos alimentos.


6.- Yo no necesito medir mis niveles de glucosa, y «noto» cuando están altos o bajos
Las personas con diabetes deberían tener un medidor de glucosa, ya que permite conocer mejor el grado de control de su diabetes. Valores muy altos o bajos de glucosa pueden pasar desapercibidos y no ocasionar síntomas.

7.- Una vez te ponen insulina, ya no la puedes dejar
En general, cuando se indica tratamiento con insulina es porque ha fracasado el tratamiento con pastillas y, por lo tanto, la insulina es necesaria y no se puede retirar.
Puede administrarse insulina de forma temporal en descompensaciones por infecciones, para una intervención quirúrgica…

8.- Sólo la insulina puede producir bajadas de azúcar peligrosas
Un desajuste entre la dosis de insulina, la ingestión y el ejercicio puede provocar bajadas de azúcar (hipoglucemias). Por ello, cuando se inicia un tratamiento con insulina, el paciente ha de ser entrenado para evitar y tratar las hipoglucemias. Sin embargo, el tratamiento de la diabetes con pastillas también puede provocar bajadas de azúcar.

9.- Yo me encuentro bien, no necesito medicarme para la diabetes
Desgraciadamente, la diabetes es una enfermedad traicionera: aunque la persona se encuentre bien, puede estar dañando muchos órganos, sobre todo al corazón. el tratamiento de la diabetes va encaminado a mejorar el control para prevenir la aparición de sus complicaciones.
No hay que esperar a encontrarse mal para iniciar el tratamiento.


10.- Hice dieta unos meses y se me curó la diabetes
La diabetes es una enfermedad crónica que requiere tratamiento de por vida. la dieta es el pilar fundamental del tratamiento de la diabetes, y muchas veces los valores de glucosa se normalizan por completo cuando el paciente ha seguido muy bien la dieta prescrita. Sin embargo, si el paciente abandona la dieta, aumentarán de nuevo los niveles de azúcar y la diabetes «reaparecerá».

Dra. Ana chico
Especialista en Endocrinología y Nutrición. 
Hospital «Dos de Maig». Barcelona





domingo, 14 de abril de 2013

ICTUS: TIEMPO ES CEREBRO

¿Qué es un ATAQUE CEREBRAL o ICTUS?
En expresiones coloquiales un ICTUS sería una trombosis en el cerebro, embolia cerebral, hemorragia cerebral, congestión o un infarto cerebral. Todas ellas definen una grave enfermedad que representa la segunda causa de muerte y primera de invalidez en España. Su riesgo aumenta a medida que envejecemos, sobre todo a partir de los 65 años. Las personas con diabetes, hipertensión o enfermedades del corazón, son las que tienen más riesgo de este ataque cerebral.

¿Por qué se produce el ICTUS?
Un ataque cerebral ocurre cuando uno de los vasos sanguíneos del cerebro se obstruye por un coágulo (embolia o trombo) o se rompe (hemorragia), no llegando así la sangre a las células del cerebro, las cuales mueren en mayor o menor cantidad al no recibir los nutrientes necesarios.

SI NO SE ACTÚA RÁPIDAMENTE, UNA ZONA DEL CEREBRO PUEDE DEJAR DE FUNCIONAR PRODUCIÉNDOSE GRAVES CONSECUENCIAS.

Cuanto antes se resuelva esta situación y mejore la circulación, más células nerviosas salvamos y menos invalidez produce.

¿Cómo reconocemos un ICTUS o ataque cerebral?
Su familia y usted deberían conocer las señales de aviso para actuar rápidamente. Los síntomas o signos del ICTUS son:
Debilidad de la cara:
Un lado de la cara no se mueve tan bien como el otro. Al decirle que sonría, hable o enseñe los dientes, la boca se tuerce.

Caída de una extremidad:
Un brazo no se mueve o cae al intentar el paciente mantener elevados ambos brazos, con parálisis o debilidad de un brazo o una pierna.

Trastorno del lenguaje:
El paciente no pronuncia bien las palabras o no puede hablar.

¿Qué podemos hacer?
Para que puedan ser evaluados y sometidos al tratamiento más conveniente, los pacientes deben llegar al hospital LO ANTES POSIBLE y se debe actuar como en una emergencia médica. Llame al 061.


¿Podemos evitar la aparición del ICTUS?
Unos factores no se pueden modificar, como son la edad o la herencia genética; pero existen otros factores de riesgo que si se actuamos sobre ellos, sí puede modificar la aparición del Ictus, por lo que debemos controlarlos y evitarlos:
1. Controle su tensión arterial:
Siga las indicaciones de su médico. No tome sal ni comidas abundantes. Evite el alcohol.
2. Vigile sus controles de colesterol:
Haga una dieta mediterránea. Evite comer grasas animales y tome más vegetales y fruta.
3. No fume:
Además de afectar gravemente al pulmón y a la laringe, el tabaco es uno de los grandes enemigos de la circulación en general y especialmente de las arterias del cerebro y el corazón.
Existen muchas formas para dejar el hábito de fumar. Solicite ayuda médica si lo necesita.
4. Realice ejercicio:
Está demostrado que el sedentarismo aumenta la tensión arterial, además del peso y el aumento de colesterol.
Haga ejercicio de forma mantenida de tres a cinco veces por semana durante 30 minutos (pasear ligero).
5. Controle su peso:
El sobrepeso y la obesidad son perjudiciales para la salud y predisponen a enfermedades crónicas: diabetes, hipertensión, infarto de miocardio, ictus.
6. Cuide su diabetes:
La diabetes conlleva un alto riesgo de problemas circulatorios.

Actualmente, en determinados casos y siempre que esté indicado, existen tratamientos médicos que mejoran significativamente la evolución de esta enfermedad si se actúa con rapidez.

Extraído del folleto: "Prevención, Identificación y Actuación en el ICTUS"
 Servicio Andaluz de Salud
CONSEJERÍA DE SALUD

Aquí dejo un video explicativo de todo lo expuesto: