sábado, 25 de junio de 2011

¿QUÉ ES LA DIABETES?

La diabetes es una afección crónica que aparece cuando los niveles de azúcar (glucosa) en sangre están elevados, como resultado  de problemas en la producción y/o funcionamiento de la insulina por parte del organismo.
Cuando tomamos los alimentos, estos se descomponen convirtiéndose en una forma de azúcar que llamamos glucosa , que es el combustible que utilizan las células para proporcionar al organismo la energía necesaria. Este proceso de transformar los alimentos en energía se llama metabolismo . Para metabolizar la glucosa adecuadamente, el organismo necesita insulina . La insulina trabaja permitiéndole a la glucosa entrar en las células para que éstas la utilicen como combustible, manteniendo a su vez los niveles de glucosa en la sangre dentro de lo normal (70 a 110 mg./dl).
Las personas con diabetes no producen suficiente insulina para metabolizar la glucosa, o la insulina que producen no trabaja eficientemente, por lo tanto la glucosa no  puede entrar en las células para ser transformada en energía (metabolismo) y se acumula en la sangre en niveles elevados. Esta alta concentración de glucosa o “alto nivel de azúcar en sangre” se denomina hiperglucemia. Ésta puede provocar complicaciones a corto y largo plazo, muchas de las cuales, si no se previenen y no se tratan, pueden ser fatales, y todas ellas tienen el potencial de reducir la calidad de vida de las personas con diabetes y de sus familias.
El nombre científico de este problema es diabetes mellitus , que deriva de unas palabras con raíces en el griego y el latín:

  • Diabetes tiene su origen en una palabra griega que significa atravesar o salir con fuerza como en un sifón. Uno de los síntomas mas característicos en algunas etapas de la diabetes  es orinar en forma excesiva. El agua pasa a lo largo del cuerpo de una persona con diabetes como si estuviera pasando por un sifón desde la boca hasta fuera del cuerpo a través del sistema urinario.
  • Mellitus deriva de una palabra latina que significa dulce como la miel. La orina de una persona con diabetes contiene demasiada azúcar (glucosa). En 1679, un médico llamado  Thomas Willis probó el sabor de la orina de una persona con diabetes, y la describió dulce como la miel.

El Páncreas, los Islotes de Langerhans, las Células beta, la Insulina...

El páncreas está ubicado en el abdomen, detrás del estómago. Está adherido al intestino delgado y al bazo. Fisiológicamente el páncreas tiene una doble función, con secreciones externas e internas. El principal cometido de la secreción externa es la fabricación de enzimas que intervienen en el proceso de la digestión de los alimentos a nivel intestinal. En cuanto a la secreción interna, de complicado mecanismo, tiene lugar en los islotes de Langerhans, pequeños grupos de células que contienen a las células betas, productoras de la insulina. Hay otras células, las alfa que segregan el glucagon, que es otra hormona que tiene el efecto exactamente contrario al de la insulina, es hiperglucemiante (hace subir los niveles de glucosa en la sangre)
La insulina es una hormona que regula la cantidad de azúcar en la sangre. Su misión es facilitar que la glucosa que circula en la sangre penetre en las células y sea aprovechada como energía. La glucosa se puede considerar como la "gasolina"que hace funcionar al  "motor" de nuestro cuerpo.
En las personas sin diabetes, cuando se empieza a comer alimentos que contienen hidratos de carbono, la glucosa en sangre activa unos sensores en las células betas, y estimula la producción de insulina que  se libera directamente a la sangre. Las células betas  "miden" los niveles de azúcar constantemente y entregan la cantidad exacta de insulina para que la glucosa pueda entrar a las células, manteniendo así el azúcar en el rango normal de 70 a 110 mg. El exceso de glucosa es guardado como tejido graso, o en el hígado como glucógeno. Entre comidas, cuando su azúcar en sangre está bajo y las células necesitan combustible, el glucógeno del hígado es convertido en glucosa.
En las personas con diabetes, como no hay insulina, o es muy escasa o no funciona bien, la glucosa no puede entrar en las células y se acumula en la sangre.  Además, cuando no hay suficiente insulina, el exceso de glucosa no puede ser guardado en el hígado o el tejido muscular. En vez de eso, la glucosa se acumula en la sangre. Esta concentración alta de glucosa en la sangre es llamada hiperglucemia.